Por Francisco Ramírez R/ MUNDO LEGISLATIVO
Los criterios que ha expuesto el ministro Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, sobre la culpabilidad de Juan Molinar Horcasitas, ex director del Seguro Social, y de Eduardo Bours Castelo, ex gobernador de Sonora, entre otros, de la muerte –y ahora presunto asesinato- de 49 bebés en la guardería ABC en Hermosillo, Sonora, y de 80 más que quedarán marcados por el resto de su vida son impecables, implacables e inatacables moralmente.
Los poderosos responsables: Juan Molinar Horcasitas, ahora secretario de Comunicaciones y Transportes y de Eduardo Bours Castelo –cuya familia regentea la marca Bachoco-, amén de los dueños entre las que se encuentra una prima de Margarita Zavala, esposa del presidente, han montado una campaña mediática para presionar a La Corte y desvirtuar su falló moral, con argumentos tan endebles como su propia inocencia.
Esto expone el ministro Zaldivar:
“El criterio cualitativo de la gravedad viene determinado en este caso por el hecho de que los principales afectados por las violaciones de derechos fundamentales, eran niños bajo el cuidado del Estado. De esta manera, la calificación de los hechos objeto de esta facultad de investigación como “graves”, encuentra sustento en la conjunción de dos características o cualidades que están presentes en estas violaciones de derechos fundamentales: que las víctimas hayan sido principalmente niños pequeños y que esas violaciones hayan afectado a menores que estaban bajo el cuidado del Estado
…”los principales afectados por las violaciones a los derechos a la protección de la vida y la integridad física, a la salud y a la integridad social, no fueron personas adultas. Las víctimas del incendio en la guardería ABC fueron menores con una cualidad aún más especial: se trataba de niños en la primera infancia. Esto indica que eran individuos extremadamente vulnerables, dadas las limitaciones propias de su edad para moverse por sí mismos y comunicarse con los adultos.”…
“Los niños en la primera infancia, especialmente aquellos que se encuentran en las edades comprendidas entre unos meses de nacidos y cuatro años, como los menores que se encontraban en la guardería ABC el día del incendio, son personas que dependen por completo de sus padres o cuidadores para poder sobrevivir. Estos niños no pueden reaccionar de forma adecuada para evitar los peligros de su entorno y menos aún para ponerse a salvo en situaciones de emergencia. El hecho de que se hayan violado derechos fundamentales de personas con estas características, que además se encontraban en un lugar que debía tener todas las medidas de seguridad necesarias para eliminar al máximo posible cualquier riesgo, merece un reproche contundente por parte de esta Suprema Corte.”…
“El hecho de que los niños se encontraran bajo el cuidado del Estado, por virtud de una prestación derivada del derecho a la seguridad social de sus padres, es otra característica que, aunada a la anterior, hace que las violaciones de derechos fundamentales objeto de esta facultad de investigación merezcan el calificativo de “graves” desde un punto de vista cualitativo.”
“Como se ha reiterado…la creación de un sistema a través del cual se subrogó la prestación del servicio de guarderías a particulares no cambia en absoluto la situación de que era el IMSS la institución que estaba a cargo de los menores. Quienes tenían la obligación constitucional de prestar el servicio eran las autoridades de este Instituto que, junto con autoridades locales que tienen competencia en materia de protección civil, son responsables por las condiciones en las que se encontraba el sistema de guarderías en este aspecto.”
…“Que las autoridades estatales -del Estado- violen los derechos de los niños es algo muy grave, pero que esas violaciones se lleven a cabo en contra de menores absolutamente indefensos y vulnerables es algo extremadamente grave…. No sólo se violaron los derechos de personas adultas, se violaron derechos de niños; esos niños no eran cualquier clase de niños, eran menores indefensos y vulnerables que estaban en la primera infancia; esas violaciones no tuvieron lugar en una situación en la que las autoridades estatales no tuvieran nada que ver, se realizaron contra niños que estaban al cuidado de un sistema de seguridad social que depende del Estado.”
Hasta aquí, algunos de los criterios más importantes emitidos por el ministro Zaldivar.
Ahora bien, La Corte discute a partir del lunes 14 de junio, los argumentos del ministro ponente, sometido ahora a una presión mediática y política en extremo.
Pero cualquiera que sea la determinación del resto de sus pares, en la Suprema Corte, la condena moral y el repudio de la sociedad, marcarán en la historia del país esta tragedia.
Los nombres y apellidos de los responsables y sus encubridores, que no fueron capaces de llamarlos a cuentas, estarán presentes aún cuando se hayan ido, del poder o de esta vida, no honraron ni en su conciencia la muerte de los 49 bebés que murieron de la peor forma.
Y 80 más deambularán sabiendo que no hubo justicia.