sábado, 24 de julio de 2010

Contradicciones

Por Francisco Ramírez R/ MUNDO LEGISLATIVO


El Instituto Federal Electoral (IFE), acaba de protagonizar una de sus mejores pantomimas mediáticas que se le hayan conocido desde su creación en 1990. Y tiene como “patiños” a los conservadores del gobierno actual.

El Consejo General del IFE aprobó la noche del miércoles 21 de julio pasado, por mayoría de cinco votos contra cuatro, declarar fundada la queja del PRI en contra el presidente Felipe Calderón por emitir un anuncio en materia de seguridad el 15 de junio pasado, con “propaganda institucional”, dentro del tiempo de veda en los procesos electorales que se desarrollaban en 14 entidades federativas.

Sin embargo, el mismo IFE consideró improcedente imponer sanción alguna al mandatario, así como dar vista a otra autoridad. Adujeron que la Constitución “advierte que el titular del Ejecutivo federal se encuentra investido de una inmunidad casi total y que sólo puede ser acusado por traición a la patria y delitos graves del orden común”, de acuerdo con el proyecto aprobado.

Con respecto a la queja también del PRI, de que además Calderón utilizó una cadena nacional de televisión para dicho mensaje, los consejeros electorales, con votación de siete contra dos, la declararon infundada, ya que “el mandatario en cualquier momento puede disponer de ese tipo de transmisión”. Y para lo que se le ofrezca, les faltó añadir, así sea violar la propia Ley electoral.

En el documento aprobado por el IFE se asentó que el contenido “sí constituye propaganda institucional o gubernamental”, ya que si bien se le reconoce un carácter informativo, el legislador trata de erradicar -a partir de la reforma electoral de 2007- que los ciudadanos reciban “influencias externas con las que se puedan violentar los principios de imparcialidad y legalidad en la contienda electoral”.

En el debate del Instituto se reconoce la intromisión mediática de Calderón, al utilizar frases como: “la lucha vale la pena” y “la razón de esta lucha eres tú y tu familia”, relacionadas con promocionales del gobierno federal. Pero se declara con “las manos amarradas”.

Con ello el IFE, le da “luz verde” al gobierno en turno para meterse de lleno a la contienda rumbo al 2012, como lo hizo Vicente Fox, llevando al país a una revuelta en el Congreso, que llegó a los límites legales cuando se omitió el conteo de legisladores presentes, y sólo se permitió la toma de posesión porque los priístas hicieron acto de presencia y levantaron la mano, acto que hoy le reclaman a Calderón.

Habría que recordar que el IFE nacido en el régimen neoliberal del salinato, no es una institución de “ciudadanos”, como argumentan algunos.

Sus consejeros no son producto de una votación, sino designados por los partidos políticos a los cuales responden y prestan su nombre, de acuerdo al artículo 74, párrafo 2, del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe).

El “logro” más importante desde la creación del IFE, del Tribunal Electoral y del Código respectivo, fue la llegada a la Presidencia de la República de un hijo de extranjeros -ex ejecutivo de la empresa trasnacional, la Coca-Cola- abanderado del conservador Partido (de) Acción Nacional (PAN): Vicente Fox Quesada.

La “derechización” de los órganos electorales y los partidos políticos en México, ha provocado su sumisión al poder Ejecutivo, encabezados por el IFE.

Gracias a ello, se logró mantener la derecha en la Presidencia de la República a través de una de las elecciones –del 2006- consideradas las más fraudulentas en la historia moderna, permitiendo a Fox y a las organizaciones de los grandes empresarios intervenir en ellas descarada e impunemente, violando la ley y mediante una campaña del terror con la complicidad del monopolio televisivo.

El favor se lo han pagado con creces. Especialistas en el tema estiman que Calderón les ha destinado al menos ocho mil millones de pesos en estos cuatros años, mientras que ordenó la cancelación de la publicidad para medios impresos.

En los diez años que lleva gobernando Acción Nacional le ha dado una dura lección al país, demostrando la urgencia una gran reforma de Estado. Pero ésta no va a llegar con los actuales partidos políticos. También han sido absorbidos ya junto a las instituciones electorales creadas por “la derecha”, con las consecuencias enormemente negativas que esto ha traído para el pueblo y la nación mexicana, como la miseria, el desempleo, la inseguridad y la pérdida de soberanía nacional.

Como en regímenes fascistas de otras latitudes, en México se ha ocasionado una masacre que ya arroja 25 mil muertos, ejecutados en sólo cuatro años, bajo una política arropada con la máscara del combate al crimen, eso sí más organizado que el Estado del que habla Calderón.

No obstante que el IFE precisó que no actuaría, la fórmula mediática de desviar la atención hacia los problemas más delicados de la Nación, ha sido puesta en marcha al anunciarse que el PAN interpondrá “por vez primera” un recurso de apelación ante el Tribunal respectivo –que también le dará vía libre-.

Mientas el PAN, exaltado “condena” esta “afrenta” de censurar al presidente, el nuevo secretario de Gobernación, regaña a los autónomos consejeros del IFE, y real admonición les dice que “el tema de la seguridad de todos los mexicanos no está sujeta a ningún calendario o fecha de orden electoral”. En su primer mensaje dirigido a los medios de comunicación en las instalaciones de la Secretaría de Gobernación, Blake Mora advierte: la lucha por la seguridad está por encima de cualquier interés particular o de partido.

La pregunta sería: ¿También por encima de la Ley? Así sea electoral.

El mismo miércoles durante la sesión, el Consejo General del IFE, aprobó el informe de liquidación del Partido Social Demócrata (PSD). Y ese mismo día el Tribunal Electoral revocaba una fuerte multa a Televisión Azteca, impuesta por el propio IFE.

Simbólico ¿no?